Vine a San Borja porque me dijeron que aca vivía mi hermano. Un tal Jorge. Mi tía me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella viajara. Solo le dije que lo haría, pues ella estaba apurada por irse y yo en un plan de aceptar todo. “No dejes de ir a visitarlo", me recomendo. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que no te reconocera al verte.” Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que lo haría, y de tanto decirselo se lo seguí diciendo aun después de que ya se había marchado.
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